Hola, amigos. Soy Maclaine Diemer y os traigo otro artículo sobre música. Para el contenido del Dragonicidio de este mes queríamos tener una canción reconocible, y se nos ocurrió la idea de incorporar una canción, escrita por el propio Matthew Moore de ArenaNet, llamada “Spawn the Dragon”. Os dejo con Matthew para que os explique su origen.
Matthew:
En 2010, cuando ArenaNet estaba preparada para dejar que sus fans probaran por primera vez Guild Wars 2, todos hicimos un gran esfuerzo. Algunos de nosotros fuimos a Colonia a dar a conocer la demo en la gamescom y el resto del estudio se quedó en Bellevue preparándose para el último esfuerzo: para simular la experiencia de tener unos servidores llenos, el equipo de ArenaNet en Bellevue dio la vuelta a sus horarios para jugar junto a los asistentes en Alemania.
Durante toda la semana trabajé en el centro de negocios de la gamescom llevando a cabo demostraciones para la prensa. Andaba siempre con una oreja en mi presentador y la otra en un canal de Ventrilo con el centro de mando en casa. Nuestras conversaciones eran algo parecido a esto:
—Salimos de creación de personajes en dos minutos.
—Recibido. Tenemos compañía en el tutorial.
—El elemental ha caído. ¿Qué eventos hay en Shaemoor?
—Los bandidos están en el campo y quedan cinco oleadas.
—Muy bien, acabo de recibir la señal de que pasamos al Asolador. Sacad el dragón.
—El dragón está fuera.
—Y estamos a punto de terminar, decidle al equipo que le dé caña.
—El Asolador ha caído. Nos vemos en 15 minutos.
Después de cada sesión, las otras dos personas al cargo de la demo y yo llevábamos a cabo retransmisiones en todos los canales para que los chicos en casa supieran la increíble acogida que estábamos teniendo. Y la emoción al otro lado del micrófono era la misma que a este. Creedme, es divertido dejar de hacer juegos durante todo el día para pasarse toda la noche jugando. Puede ser especialmente divertido jugar ocho horas seguidas a Guild Wars 2, pero después de repetir los mismos 30 minutos de contenido 50 veces, una tras otra, hasta nuestros desarrolladores más devotos empiezan a cansarse. Cuando revisábamos el correo, nos encontrábamos con un flujo regular de mensajes que circulaban por la oficina con obsequios, memes y concursos para hacer el mayor daño de un solo disparo a las criaturas.
A medida que pasaba la semana, empecé a buscar el modo de condensar la experiencia de conocer a los fans entusiastas, las bromas internas, la pérdida de voz y el personal, el cansancio, la alegría y una sensación de unidad que llegaba hasta el otro lado del charco. La penúltima noche de la gamescom me puse manos a la obra para intentar plasmar en papel todo aquello.
Después de nuestra demostración final a la prensa, hice una última retransmisión en todos los canales y puse el broche con una canción a cappella llamada “Spawn the Dragon“. Luego grabé un MP3 para aquellos que se perdieron la original, que acabó llegando a algunos foros y podcasts; pero para mí, la canción ya había cumplido su propósito de capturar y plasmar el espíritu de aquel primer encuentro.
Os podéis imaginar mi sorpresa cuando Steve Hwang se puso en contacto conmigo hace un mes para preguntarme si su equipo podía utilizar “Spawn the Dragon” como tema musical para el festival del Dragonicidio. Hizo falta poco para convencerme de que volviera a escribir la letra. ¿Quién no querría oír su canción en las calles de Arco del León? Tras algunas indicaciones de Steve y Maclaine, se me ocurrió introducir algunos cambios que creo que plasman el espíritu de perseverancia del festival. Pero mi agradable sorpresa de desempolvar una vieja canción no era nada comparado con mi fascinación al descubrir hasta dónde quería llevarla Maclaine.
Siempre pensé que la canción de Matthew era muy pegadiza, y lo habíamos comprobado con otros miembros del estudio. Para mí, el estribillo siempre sonaba como la típica canción que oirías en un bar, probablemente entonada por clientes juerguistas. Así que pensé, ¿por qué no hacemos precisamente eso? La nueva letra de Matthew encaja perfectamente con ese ambiente. Es el tipo de canción que todo el mundo conocería y adoraría en Arco del León.
Primero necesitaba un poco de ayuda del resto de la empresa. Sabía que quería que hubiera pisadas pesadas y aplausos en el estribillo. Es difícil reproducir ese tipo de sonidos, por lo que en nuestra reunión bisemanal con toda la empresa grabé a todos en la sala dando pisotones y aplaudiendo. Luego, con la ayuda de un pequeño equipo de cantantes voluntarios, uní las piezas y creé una demo.
Al principio le íbamos a pedir a Troy Baker, la voz de nuestro querido Logan Thackeray, que cantara para nosotros. La idea era que Logan entraría en un bar, alguien pondría la canción y el guiaría a la multitud mientras la entonaban. Por cuestiones de tiempo no pudimos hacerlo así, por lo que decidí seguir trabajando en la demo con un montón de personas cantando, pero no sin antes hacer un ligero cambio.
Al principio, la canción estaba en la clave de do y sonaba muy bien, pero mientras trabajaba en ella, me hice con un nuevo juguete.
Necesitaba encontrar una clave diferente por el modo en que se afinan las mandolinas. Cambiamos la canción a clave de sol, lo cual puso la melodía en un rango que le daba un poco más de vida a las voces. La canción tenía que ser emocionante y alegre, algo propio de una multitud que canta en un bar, y cambiar de clave nos ayudó a darle ese efecto.
Era el momento de grabar las voces reales. Reuní a un gran grupo de cantantes voluntarios en nuestra sala de juegos y se lo pasaron en grande cantando la canción mientras yo agitaba los brazos en una mesa intentando imitar a un director de orquesta.
Si a esto le añades un poco de ambiente de bar y un público agradecido, ya has conseguido algo que suena como una divertida noche de viernes en Tyria.